El Museo del Mundo Maya es toda una experiencia visual, auditiva y táctil; en el que sumergirte en toda una aventura por las profundidades del mundo maya, desde sus inicios conocidos, hasta su evolución y decadencia durante la colonización. Como todos los museos, dependiendo de tu nivel de implicación, puedes verlo en 2 horas o adentrarte en todo un día de aventuras, misterios y conocimientos. Y es que tal y como está montado el museo, con vídeos, pantallas táctiles interactivas, maquetas, cuadros explicativos..., a pesar de que estuvimos más de 5 horas ahí metidos, no se hizo pesado para nada, sino todo lo contrario, el orden cronológico inverso de la exposición, la variedad de materiales y la forma de explicar sus contenidos hacen del museo una auténtica obra de arte como introducción al mundo de los mayas, aunque como veis, el exterior del museo no tiene mucha relación con su contenido...
Exterior del Museo del Mundo Maya
La visita comienza con los aspectos de la población maya en la actualidad, su situación geográfica, diferentes vestimentas según la región, su actividad económica... Para después pasar a la época de la colonización, la época precolombina que supuso el esplendor de la población maya y por último su prehistoria. Durante la visita tienes la oportunidad de visualizar reproducciones de cómo se cree que construyeron las pirámides, una pantalla interactiva con el horóscopo maya, explicaciones del calendario maya, reproducciones de algunos templos... Vamos, toda una delicia para los curiosos de esta rica civilización.
Reproducción de un templo maya
Uno de los códices mayas que explican la historia de su cultura
Como curiosidades aprendidas durante la visita, a destacar el sistema numérico vigesimal posicional que usaban los mayas, formados por puntos, cada punto equivalía a nuestro 1, y por rayas, cada una equivalía a nuestro 5. Igualmente, poseían un signo para representar el número 0, que aunque penséis: "¡pues vaya descubrimiento!", si lo pensáis, el número 0 es esencial para poder utilizar grandes cantidades y para poder representar la ausencia de cantidad.
Tras este día empapándonos de conocimientos mayas, tocaba adentrarse en esta cultura más físicamenete, y qué mejor para ello que una visita a la conocida ciudad arqueológica de Chichen Itzá.
Tras este día empapándonos de conocimientos mayas, tocaba adentrarse en esta cultura más físicamenete, y qué mejor para ello que una visita a la conocida ciudad arqueológica de Chichen Itzá.
La ciudad es del período conocido como clásico tardío, y nada más entrar, lo primero que te encuentras es una de las "nuevas siete maravillas del mundo moderno", imponente, sobrecogedora, piel de gallina, la pirámide de Kukulkan.
Chichen Itzá, pirámide de Kukulkan
Se trata de una pirámide que fue construida como representacion maya de Quetzacóatl, principal deidad desde tiempos olmecas, representado por una serpiente emplumada. Este símbolo de la serpiente forma la dualidad presente en el mundo tanto antiguo como actual, donde la materia, el cuerpo físico, está representado por la serpiente, y lo espiritual por las plumas. La estructura de la pirámide es de 4 lados, con 91 escalones en cada uno, y un escalón final para llegar al templo superior de forma cuadrada, 365 escalones en total, 1 por cada día del año. Cada escalinata tiene a los lados unas balaustrada de piedra que finalizan en su parte inferior con cabezas de serpientes emplumadas, simbolizando al dios Kukulkan. Lo más emblemático de la pirámide, es que durante los equinocios, las sombras que proyectan las plataformas que forman la pirámide, dibujan sobre la balaustrada oeste la forma del cuerpo de una serpiente, que se une a la cabeza en la parte inferior, simbolizando el descenso a la tierra de Kukulkan y dando inicio a la etapa de siembra del maiz. Toda una demostración del conocimiento maya de astrología aplicada a la arquitectura como herramienta para la organización de la sociedad.
Chichen Itzá, pirámide de Kukulkan, lado oeste
Otra de las partes más características de Chichen Itzán, es el campo de juego de la pelota, ¡qué recuerdos cuando veía de pequeño "Érase una vez la historia" al verlo! jeje. Para quien no le suena, se cree que era un juego en el que dos equipos se disputaban una pelota que tenían que pasar por un aro, normalmente con golpeando la pelota con el codo o la cadera.
Chichen Itzá, aro del juego de la pelota
Hay dos teorías respecto al vencedor del juego. Por un lado se cree que el capitán del equipo vencedor decapitaba al capitán del equipo perdedor para así asegurar la supervivencia de los más fuertes. Y por otro lado, se cree que sucedía al contrario, era el capitán del equipo perdedor quien decapitaba al capitán del equipo vencedor. ¿Eing? ¿El vencedor era el que moría? Pues sí, los mayas creían que para alcanzar el cielo, el cual estaba dividido en 13 capas, había que recorrer cada una de estas capas, por lo que en caso de ganar el juego de la pelota y ser decapitado, conseguías un billete directo al cielo. Sea como fuere, había que echarle un par de ... para atreverse a echar una partidita. No se andaban con tonterías de apostarse una cervecilla al final del partido... :-P
Además de construcciones arquitectónicas, en Chichen Itzá existe un cenote sagrado, de 60 metros de diámetro y 15 metros de altura. Los cenotes son una especie de charcas enorme que se forman por la filtración del agua de lluvia en la península del Yucatán. El cenote de Chichen Itzá se cree que se utilizaba como lugar de ofrendas a Chaac, dios de la lluvia. Ofrendas en forma de objetos valiosos, e incluso de vidas humanas de doncellas y poderosos guerreros. Estas creencias unidas a la avaricia propia del ser humano, hicieron que un cónsul estadounidense dragase el cenote y tomase una gran cantidad de objetos valiosos, aunque se cree que aún quedan muchos tesoros escondidos en el cenote. Esperemos que no aparezcan más iluminados sedientos por apoderarse de objetos valiosos a cualquier precio.
Cenote sagrado de Chichen Itzá
Ya como último edificio a destacar centro de la inmensa ciudad de Chichen Itzá, está el edificio caracol, utilizado como observatorio, con la única estructura redonda de todo Chichen Itzá. Se descubrió qu este observatorio estaba alineado con la trayectoria de Venus, ya que este planeta era considerado por los mayas como el dios de la guerra, por lo que en función de su posición planeaban las estrategias contra sus enemigos.
El observatorio del edificio caracol
La sensación de visitar Chichen Itzá es la que se suele tener cuando eres consciente que estás visitando un lugar del que has oído hablar toda tu vida, del que has visto cientos de fotos, del que siempre habías querido visitar, y por fin está ahí. Y no sólo eso, la magia que desprende la historia maya, sus misterios, sus increíbles conocimientos, permiten que simplemente estando sentado delante de alguno de sus edificios, te invada una sensación de cercanía con la cultura maya, en cierta manera echando a volar la imaginación sobre qué habría pasado con esta increíble cultura si la historia hubiese sido diferente.
Aunque ya os adelanto que a pesar de su fama y las buenas sensaciones que tuvimos al visitar Chichen Itzá, nos esperaban futuras visitas a zonas arqueológicas que superarían todas estas emociones con creces, sin ir más lejos, estad atentos al siguiente post para saber a qué me refiero. :-D
"Hay dos formas de ver la vida: una es creer que no existen los milagros, la otra es creer que todo es un milagro" Albert Einstein
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