Un mes a una media de más de 3000 metros sobre el nivel del mar, un mes de sonrisas sinceras pero palabras escasas, un mes del frío más intenso vivido durante los más de 9 meses que dura el viaje, un mes en el que vivimos la etapa más dura en cuanto a condiciones. Según lo que vivimos, esto es Bolivia, un país que aún mantiene una gran tradición y presencia indigena, incluso en las ciudades, un país que nos ofreció las más deliciosas ensaladas de frutas y jugos, un país que da descanso a la billeterra del viajero, un país que como nunca antes puso a prueba nuestra mirada de amor incondicional hacia la escasa educación ambiental, un país con condiciones de viaje duras, en cuanto a clima, alojamientos, y sobre todo transporte en algunas zonas, Zonas que desde el punto de vista local: "al menos ahora tenemos transporte, antes teníamos que ir andando".
Aquí os dejo el mapa con el itinerario seguido durante el mes viajando por Bolivia:
La aventura boliviana comenzó en uno de los lugares más místicos del país, Copacabana, rodeada del especial lago Titicaca, seguimos hacia La Paz, una gran ciudad que nos sorpendió, no tanto en cuanto al esperado bullicio y contaminación, pero sí en cuanto la amabilidad de la gente y su historia. Después hicimos una parada más bien fugaz en Cochabamba, donde nos deleitamos que ricos manajres hindúes, y donde el proyecto de visitas educativas resurgió cual Ave Fénix tras meses dormidito. De Cochabamba pasamos al paraíso de Sucre, ciudad-pueblo que conquistó nuestro corazón, desde su gente, su arquitectura, su interesante historia, y sobre todo el contacto indígena que nos regaló, visitando algunas comunidades del altiplano que me mostraron la realidad que no te enseñan en las oficinas de turismo. Aunque con mucha pena, tocó dejar Sucre en dirección a Potosí, donde a pesar de ese intenso frío que se te mete hasta los huesos, sus calles coloniales y llenas de historia nos dieron un calorcito enriquecedor, para después volver a congelar nuestros corazones con la visita a la mina del Cerro Rico, la visita a una realidad en forma de conformismo, materialismo y utilización y manipulación de la mente humana. Y por si en Potosí no fue suficiente el fresquito que pasamos, como última parada acabamos en Uyuni, donde el mágico salar y sus temperaturas gélidas a -20º permanecerán para siempre entre nuestros recuerdos.
Para los que no lo hayáis hecho ya y queráis profundizar más en todas estas maravillosas experiencias, aquí tenéis los enlaces a los posts publicados durante el viaje por Bolivia:
1- Primera parada, Copacabana (la boliviana) y la Isla del Sol
2- Un mercado de brujas, el paraíso de los músicos, frío... ¡Esto y mucho más en La Paz!
3- De visitas educativas por Cochabamba y Sucre
4- Nos recibe una Bolivia diferente en Sucre con su calorcito y buen ambiente
5- Crónica de una excursión por las comunidades Jalq'a, ¿quién dijo miedo?
6- Siguiente joya boliviana, la histórica Potosí, pero a veces la historia sigue tristemente presente
7- Una experiencia tiene tantas formas como personas que la viven, para ejemplo el salar de Uyuni
Respecto al tema económico, esta vez defraudaré a algunos de vosotros, ya que no podré proporcionares el detalle del presupuesto como he ido haciendo hasta ahora en cada país. ¿El motivo? Básicamente que el hecho de ir anotando cada gasto para poder hacer el presupuesto a final de la etapa por el país, estaba haciendo que me volviese demasiado controlador con el tema del dinero, lo cual me impedía disfrutar al máximo de cada día. Que si cuánto hemos gastado hoy, que si hemos gastado más o menos que lo planeado, que si regateo por aquí, regateo por allá...
En general, comentar que Bolivia es un país muy barato para viajar, seguramente el más barato de los recorridos hasta ahora junto con Egipto. La media de gastos aproximados al día habrán sido de unos 16€, juntando comidas, alojamiento, transporte... Lo cual aún se podría reducir mucho más teniendo en cuanto que siempre nos alojamos en habitación privada, hemos comprado algo de ropa, instrumentos, la comida vegetariana resulta más cara en estos países...
En resumidas cuentas, las sensaciones que tengo ahora, unas semanas después de haber dejado Bolivia, son parecidas respecto a cuando viajé por Egipto. Bolivia es un país duro en algunos aspectos, enriquecedor en gran medida, con preciosos lugares, pero que para nosotros, una vez visto, no sentimos que nos gustaría volver de nuevo, aunque por supuesto que lo recomendamos para viajar al menos una ve en la vida. Llegamos a los últimos días en Bolivia justos de energías, en gran parte por las duras condiciones en Uyuni, y con ya muchas ganas de llegar a la comodidad del suelo argentino. Sí, Bolivia es muy barato y vives experiencias que ningún otro país te puede ofrecer, pero a costa de pasarlo mal en algunos transporte y viendo la gran cantidad de basura que se acumula por todas partes consecuencia en gran parte de las personas que mientras comen por la calle usan el suelo de basurero.
Como siempre, dar las gracias a todas las personas que durante los 30 días en suelo boliviano, ya fuese con una sonrisa, una pequeña conversación, o una comida preparada con amor, lograron que este sueño en forma de viaje cada día fuese más especial. Gracias al niño que en la Isla del Sol quiso acompañarnos durante un descanso y sacó de nosotros el renacuajo que siempre tendremos, gracias a las chicas del tour por La Paz, con su entusiasmo y conocimiento hicieron que apreciásemos la ciudad y Bolivia como nunca nos imaginaríamos, gracias al maestro Cavour, por crear en mí una gran atracción por la música andina y por el charango, gracias a la pareja francesa que conocimos en Cochabamba, por llegar en un momento clave para volver a despertar en nosotros la ilusión por viajar, y gracias a Wilmer, por mostrarme con tu experiencia la debilidad y conformismo de la mente humana.
Y con el post resumen, ponemos fin a una nueva etapa del viaje, la más dura, sin duda, pero que hará que la próxima la recibamos con más expectación y ganas que nunca. Pasamos a Argentina, pasamos a un país inmenso, con mucho que ofrecernos. ¡Os invitamos a acompañarnos!
¡Un abrazo!
"El peligro radica en que nuestro poder para dañar o destruir el medio ambiente, o al prójimo, aumenta a mucha mayor velocidad que nuestra sabiduría en el uso de ese poder." Stephen Hawking, físico británico.
lunes, 4 de agosto de 2014
Resumen Bolivia, un mes por las alturas, el frío, y experiencias extremas
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