miércoles, 16 de octubre de 2013

De Tel-Aviv a Haifa pasando por Cesárea

¿Dónde estábamos?... ¡Ah! A puntito de abandonar Tel-Aviv...jeje. Como ya sabéis, mi idea después de Tel-Aviv era ir a Cesárea, ver el centro arqueológico romano que hay ahí, y el mismo día ir hacia Haifa donde me estaba esperando otro couchsurfer. El problema era que todo esto caía para hacerlo en Viernes, que como ya dije en Israel es como si fuese Sábado en España, y por lo tanto hay menos servicios de transporte, y el último tren que tenía para ir de Cesárea a Haifa era a las 16:15, así que para hacer todo eso no me quedaba otra que levantarme prontito en casa de Amir. Peeeero, la noche anterior se alargó un poco y digamos que el próposito de madrugar se vio un poco modificado... :-D

Con la tonteria, no llegué a Cesárea hasta las 12:15, y el centro arqueológico está a unos 7 km de la estación de tren. Tenía varias opciones para ir hasta allí: a patita, con la mochila a cuesta y 33ºC como que no... en taxi, ya sabéis que intento gastar lo mínimo posible para que el viaje dure así que tampoco... hacer autostop, por el tema económico la solución ideal, pero por las circunstancias no tenía mucho tiempo. Al final decidí hacer autostop, y si en 20 minutos ningún alma caritativa paraba cogería un taxi. Para hacer autostop, Amir me había preparado un cartel en hebreo con las indicaciones de hacia dónde quería ir, según él con ese cartel la gente se fiaría más, ¡qué majo él! Pues ahí que me puse con el cartelito, pulgar para arriba, y ¡a empezar mi primera experiencia de autostopita! Resulta que después de 10 minutos sin éxito, ya habían pasado un par de coches haciéndome señas con la mano como de girar algo... y yo sin enterarme qué me querían decir. Hasta que me iluminé y pensé: "A ver si este cartel que me ha dado Amir, con unos caracteres que no conozco...":


¡Lo estoy poniendo al revés! Pues va a ser que sí...jeje. ¡No os descojonéis que seguro que más de uno le hubiese pasado! :-P Bueno, el hecho de ponerlo bien no hizo que alguien me parase, así que viendo que el tiempo se me echaba encima al final cogí un taxi que me costó 40 NIS hasta el centro arqueológico, además, el taxista-comercial me dio su tarjeta para que si a la vuelta le llamase y me pasase a buscar.

Ya en el centro arqueológico, compré la entrada por 40 NIS, y para adentro. La visitá me encantó, se trata de la antigua ciudad de Cesárea, cuyo origen viene de un terreno que César Augusto regaló a Herodes para que construyese una ciudad, y la verdad que el hombre se esmeró en ello, construyendo un teatro, un hipódromo, su palacio y el resto de la ciudad con todo tipo de servicios. Para hacer honor al hombre que le regaló los terrenos, le puso el nombre de Cesárea. Teniendo en cuenta que los restos arqueológicos tienes más de 2000 años, se conservan en muy buen estado, lo que más me impresionó fue el teatro, el cual aunque con ciertas reformas está muy bien conservado, pudiendo ver desde el exterior hasta los "camerinos":



Y también muy impresionante por su estado de conservación era el hipódromo, al ser una estructura tan grande, es más fácil conservar su forma, hasta poder imaginarte las carreras que se celebraban. Si alguna vez váis a Cesárea, cuando estéis en el hipódromo, probad a cerrar los ojos, si le echáis imaginación podréis llegar a sentir el ruido de la gente que acudía a las carreras hace más de 2000 años, algo mágico.



Además, como veis en las fotos, la ubicación era inmejorable, justo al ladito del mar. Aparte del hipóodromo y el teatro, están los que es la ciudad en sí, el palacio de Herodes, y el puerto. El puerto ahora mismo lo han transformado en zona de restaurantes y tiendas, que hace que para mí pierda bastante encanto... La zona de la ciudad sí que está prácticamente tal y como ha ido cambiando con el tiempo, y al igual que en el hipódromo, mientras vas andando por las calles, pasas al lado de los baños romanos, de las tabernas, de los almacenas, te puedes sentir como si estuviéses en la época del Imperio Romano siendo un ciudadano más de la ciudad. Como os comento, hay que echarle imaginación al tema, no es que las edificaciones conserven su estructura para poder ver todo esto claramente.



La última foto son los baños romanos, así visto en foto es difícil imaginárselo. Allí hay un cartel al lado con un dibujo que ayuda a hacerse la imagen en la mente.

Entre unas cosas y otras, me tiré para visitar los restos unas 2,5 horas, que teniendo en cuenta que iba con toda la mochila a cuestas se hicieron durillos, ¡pues no me queda nada durante el resto del viaje! jeje. Eran ya las 15:30, tenía unos 40 minutos para llegar a la estación y coger el último tren a Haifa, así que llamé al taxista que me había llevado hace unas horas, pero el simpático de él me dice simplemente que no quiere ir a buscarme, y me cuelga... Además, la exposición está en medio de la nada, sin posibilidad de otros tais, autostop, bus... Le pedí al hombre de la entrada que me llamase un taxi, pero a quien llamó se quiso aprovechar de que no tenía otra opción y me quiso cobrar el doble que el taxi anterior, así que me negué. No tanto por la cantidad en sí, sino por saber que se estaba aprovechando. En ese punto pensé que la única alternativa que me quedaba era ponerme a andar hacia la estación, llegar antes de las 16:15 a coger el tren no me daba tiempo seguro, así que mientras andaba fui haciendo autostop, y si veía un taxi lo paraba, y si ninguna de las dos cosas funcionaba, pues a dormir a la intemperie esa noche,¡que para eso llevo saco y esterilla! Pero en momento que pueden parece más desesperados, una actitud positiva siempre ayuda y después de andar 10 minutos un matrimonio paró a recogerme, ¡me encanta ver cómo pasan estas cosas en momentos así! Y no sólo me llevaron a la estación, sino que me llevaron a otra más cercana a Haifa porque desde esa salían más trenes, ¡unos soles de personas!

Entre pitos y flautas, conseguí llegar a Haifa sobre las 17:30, había anotado las indicaciones para llegar a casa de Victor, mi nuevo couchsurfer, así que fuí hacia allí y me instalé. Poco más de este día intenso, fue el primer día llevando todo el equipaje a cuestas y la verdad que fue duro, hacia mucho calor y llevaba bastante peso, quizá como la cosa siga igual me tendré que plantear soltar lastre... 

En fin, así acabó el día, viendo una película en casa de Victor, cenando un poquillo y a dormir que al día siguiente toca patearse Haifa, pero como os estaréis imaginando, eso ya será en el siguiente post.

¡Nos vemos!


3 comentarios:

  1. Me encanta ver que las cosas te van saliendo bien, se que no nos veíamos mucho antes (la verdad que mucho menos de lo que me gustaría) pero con este blog te tengo algo más cerca y espero que cada etapa de tu viaje sea alucinante, a pesar de "conocernos" de tooooda la vida, aún hoy me sigues sorprendiendo!!!
    Un abrazo y disfruta de cada momento!!!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Por cierto...lo del cartel estaba cantado...y no se te ocurra omitir ninguna liada de las tuyas...que seguro que alguna más vas haciendo.... :)

      Eliminar
    2. Ya sabes, lo bueno de las relaciones es que nunca sabes qué te pueden traer, un día puedes sentirte lejos, y otro estar lejos y sentirte cerca. Da igual si es en cara a cara, por telefono, o a través un blog, lo importante es que de algún modo lleguemos a las otras personas. Y tranquilo, que no me dejo nada en el tinterooo, Israel saca el chico atento que llevo dentro...jeje. Un abrazoooo

      Eliminar