martes, 11 de noviembre de 2014

Gastronomía, cultura y curiosidades chilenas en Santiago

Seguro que los que sois más o menos asiduos al blog habréis notado un silencio por mi parte más largo de los habitual. Bueno, ya sabéis que hace unas semanas, a pesar de que el blog siga viajando, los caracoles volvieron ya de su sueño viajero, y aunque os prometo que os contaré hasta la última de las aventuras que vivimos... ¡cuesta tanto escribir unas vez has regresado! :-D

Pero bueno, dejémonos de lamentos y pongámonos al lío. En el último post pudísteis disfrutar de la entretenida historia de Chile, y ahora toca un post para los aficionados a la gastronomía, arquitectura y curiosidades del país a través de su capital.

Nuestra estancia en Santiago se dividió en 2 etapas, ya que en medio hicimos una escapada a la ciudad costeña de Valparaíso. En la 1ª etapa estuvimos alojados en casa de Carlos, el hermano de una couchsurfer que nos alojó en la ciudad argentina de Córdoba, el cual no sólo nos abrió las puerta de su apartamento y su corazón, sino que nos descubrió secretos no tan turísticos de Santiago y alguna que otra tradición alcohólica que tuvo sus consecuencias...jiji

Santiago es una ciudad con más de 5 millones de habitantes, y la verdad que mientras paseas por ella, si no fuera por el acento chileno y algún que otro detallito, bien podríamos pensar que de tanto caminar estábamos en Madrid, con rascacielos tapando el sol por todas partes, largas y anchas avenidas atestadas de coches, pero eso sí, con una limpieza y orden que hacía tiempo no veíamos en una gran ciudad de Sudamérica. Y es que además está considerada la ciudad sudamericana con mayor desarrollo económico, y junto a Medellín, la ciudad con mejor calidad de vida de todo América Latina, ¿quién dijo prejuicios?

Vistas de Santiago desde el parque Santa Lucía

Durante los días que estuvimos en Santiago, tuvimos la oportunidad de visitar varios lugares emblemáticos, como el Museo de Historia Nacional, el parque de Santa Lucía, el mercado, o el Museo de los Derechos Humanos, este último muy recomendable para ser testigo de diferentes atentados contra los derechos humanos a nivel mundial, con especial hincapié en la dictadura de Pinochet, aunque para nuestro gusto ponía demasiado énfasis al mostrar materiales macabros sobre diferentes tipos de torturas, todos sabemos que existen, pero no veo qué aporta el entrar en detalle.

 Escultura indígena en el parque Santa Lucía

De juguitos con Carlos en el mercado  de La Vega

Bailes folclóricos en el mercado de La Vega

Pero con diferencia, lo que más quedó grabado en nuestras memoria en Santiago, fue algunas costumbres y curiosidades que fuimos descubriendo mientras paseábamos por las calles del centro, gracias al tour que hicimos, y pos supuesto gracias a nuestro anfitrión. Santiago es una ciudad que se está desarrollando mucho en todos los sentidos, pero a día de hoy aún se mantienen ciertos detallitos que dejan ver ese pasado con influencias británicas, con un sistema de clases, y unas costumbres algo prehistóricas. Por ejemplo, ¡los famosos "cafés con piernas"!

Estos negocios surgieron a finales de los años 70, siendo su precursor el café Haití. El dueño de este local, todo un visionario él, sustituyó a los tradicionales meseros de fuertes brazos con los que llevar cuantas más cervezas mejor, por camareras con uniformes ceñidos y minifalda. Este detallito en la vestimento convirtió al café Haití en un lugar muy popular, y como no, no se hizo esperar mucho el que otros locales de la zona copiasen la idea. Con esta rápida extensión de los novedosos "cafés con piernas", se fueron agregando complementos como espejos alrededor del local para poder ver desde diferentes ángulosa las chicas, expertas ellas en resaltar la "mascunilidad" de los clientes.

Con el fin de la dictadura, tal y como pasó tras el franquismo en España, comenzó una época de destape, y un escalón más dentro de los cafés con piernes, surgiendo locales con camareras llevando bikinis y tangas. Y por si no fuera poca atracción para los hombres más primitivos, en algunos locales se creó el minuto feliz, en el que durante un minuto, que nunca se sabía en qué momento del día comenzaría, las camareras mostrarían sus pechos. Hoy en día, existen los locales más clásicos con las puertas abiertas con camareras con minifaldas que continuamente tiene que ir bajándola por la inevitable subida al andar, en los que hasta mujeres acuden a tomarse el cafecito, ya que se dice que las camareras suelen tratar con especial respeto y atención a las clientas de mismo género. Existen también otros locales con vidrios polarizados y puerta cerrada, en los que las camareras llevan bikinis y sigue existiendo el minuto feliz. Incluso locales que dependiendo el día de la semana, el uniforme tiene una temática diferente, desde enfermeras hasta colegialas. Evidentemente, éste tipo de negocios han creado controversias, sobre todo entre los que son considerados los bandos más conservadores. Pero si ser conservador en este caso es defender la dignidad de las personas, y no seguir dando fuerza a esa corriente superficial, sensorial y materialista que impera hoy en día y que de sobra ha demostrado que cojea casi con las dos piernas, con minifalda o sin ella, ¡me declaro un gran conservador! :-D

Uno de los muchos cafés con piernas, en este caso, de los "privados"

Otra de las tradiciones clasistas que se mantienen en la ciudad de Santiago son los clubes sociales y clubes de apuestas de caballos. Lugares de ocio, donde por supuesto únicamente pueden entrar hombres, y dentro de éstos, los que posean cierto estatus económico y social. Vamos... que en cualquier momento me esperaba encontrarme con un bar tipo saloon, con hombre disparando revólveres, pidiendo zarzaparrilla, y mujeres en el escenario bailando can can.

Y en cuanto al tema de llenar el estómago, vamos, la comida, dentro de la cocina tradicional chilena, destacar un plato que resalta por su volumen, económico precio que lo convierte en el favorito de estudiantes, y méritos para entrar en el ránking de recetas calóricas, ¡la chorrillana! Una capa de patatas fritas+una capa de salchichas+una capa de filete de vaca+una capa de huevos fritos+una capa de cebolla frita. ¡Casi ná! Evidentemente, para dos personas como nosotros que no comemos animales, no esperéis que os ponga una foto metiéndonos un plato de chorrillana, pero sí que os puedo ofrecer la versión vegetariana con champiñones, que aunque no impresiona tanto, os puedo asegurar que nuestros estómagos si que se quedaron sin habla...

Chorrillana vegetariana

Y como una comida pesada siempre va bien acompañarla con un poco de líquido, nuestro anfitrión Carlos nos deleitó con una noche de bares al más puro estilo chileno, tomando una de las bebidas más famosas de estas tierras, y con un nombre muy simbólico, (en todos los sentidos), ¡terremoto! Por supuesto, con sus variantes en formato mayor, "cataclismo", y la versión chupito, "réplica". En definitiva, un cocktail hecho a base de helado de piña, o ananá por esta zona, vino blanco, y granadina o fernet, bebida alchólica amarga traída desde Italia a Argentina. ¿A que tiene buena pinta el cocktail? Con su heladito de piña fresquito, la granadina... Pues lo mismo que tiene de rico lo tiene de traidor, porque entra de lujo al estomágo, pero eso sí, prepárate para levantarte de la silla después de un par de estos...

Carlos y los caracoles aún despiertos antes de empezar con el terremoto 

 Ya se iban notando los efectos del terremoto...

La verdad que nuestros días en Santiago fueron de lo más agradables, y gran responsibilidad de ello la tuvo nuestro querido anfritrión Carlos, con el que compartimos momentos de risas, de confesiones, de comidas, de bebidas, de expulsar ambas... Y hasta pudimos disfrutar de la visita de su hermana Bernie y Mauro, la pareja de couchsurfer que nos alojaron en Córdoba. Fue maravilloso poder vernos de nuevo y desearles nuestros mejores deseos para la aventura que iban a comenzar y ya están disfrutando viajando por Australia y Asia.

Reencuentro con Bernie y Mauro

El resto de día en Santiago los aprovechamos para seguir descubriendo rincones mágicos, como el bohemio barrio de París-Londres, o más y más anécdotas chilenas, como por ejemplo el hecho de que el día de la Independencia, todo el mundo debe poner la banderita de Chile en su ventana o terraza, y si no... ¡multa! Incluso si la colocas mal... ¡multa! Esto es Santiago amigos, un ejemplo de desarrollo económico y urbanístico, haciendo frente a ciertas tradiciones y leyes propias del siglo pasado...

 Calle París en Santiago

Los caracoles en la calle Londres en Santiago

"Una mujer con imaginación es una mujer que no solo sabe proyectar la vida de una familia y la de una sociedad, sino también el futuro de un milenio". Rigoberta Menchú, líder indígena guatemalteca.