viernes, 8 de noviembre de 2013

De las postales a la realidad, la Petra más beduina

¿Conocéis la sensación de haber visto un lugar en decenas de fotos durante la vida,  conocer personas que hablan de sus maravillas, imaginar muchas veces con algún día poder ver ese lugar con vuestros propios ojos? Esto mismo me había pasado a mí con Petra, entre otros lugares, y ese momento tantas veces imaginado había llegado.

Como llegaba el primer fin de semana en tierras jordanas, que al igual que Israel es el Viernes y Sábado, Hsiang, la chica que me estaba dando alojamiento, estaba libre de sus clases de árabe en Amman, así que decidimos ir esos días a visitar Petra. Sabiendo el plan, intentamos conseguir alojamiento en Wadi Musa, pueblo al lado del parque de Petra, con algún couchsurfer, y la perspectiva no podía pintar mejor, nos había contestado un beduino diciendo que podíamos alojarnos en su casa, que nos podía enseñar accesos alternativos a Petra entre las montañas, las cuevas donde vivían hace años... ¿Alguien se puede imaginar una combinación mejor? Petra+vida con beduinos, ¡me encanta viajar! :-D

Así que el Viernes a las 6:30 de la mañana, no había más opción, cogimos el bus desde Amman hacia Petra, por 9,5 dinares. El couchsurfer beduino, Kalid, nos comentó que mejor visitásemos Petra al llegar, y sobre las 17:00 nos recogería en la entrada. Así que nada más llegar a Petra, pagamos la entrada de dos días por 55 dinares, un pastón teniendo en cuenta que estamos en Jordania, ¡y para adentro!

Petra es un parque arqueológico descubierto por un explorador suizo en 1812, anda que no le habrán puesto velas a este tío los habitantes de los alrededores de Petra...jeje. Fue la antigua capital de los nabateos, un pueblo nómada árabe allá por el siglo VI adC. Los nabateos siempre estuvieron abiertos a nuevas culturas, por lo que en la construcción de los edificios de Petra se distinguen influencias griegas, sirias, aborígenes... Aunque con su inconfundible toque personal de construcción sobre la propia roca. Aunque son los nabateos los principales constructores de lo que se puede ver hoy en Petra, también hay edificios romanos, bizantinos... producto de posteriores conquistas.

Desde que entras en el parque, vas esquivando todo tipo de ofertas de guías, rutas a caballo, en burro, taxis tirados por caballos, camellos... Lo que es frecuente durante la visita de todo Petra, pero al final te haces... Al poco de haber empezado a andar, ya van llegando anticipos de lo que nos espera, columnas y formas que en su día dieron forma las manos humanas, y que poco a poco han seguido dando forma la lluvia y la arena, provocando formas increíbles, colores nunca antes vistos.


Después de andar unos 10 minutos, ya nos adentramos en una de las zonas más conocidas, y de la que más disfruté, la garganta conocida como As-siq.


Cada 2 metros que avanzas te dan ganas de sacar una nueva foto, la gargante se hace más ancha, más estrecha, las montañas más altas, de repente más bajas, los colores van cambiando, pasamos por un rojo fuego, ahora líneas con diferentes tonos rojizos... Creo que es de esos sitios que por mucho que expliques... Lo mejor es vivirlo en persona, aunque hasta entonces os dejo algunas fotillos.




Vas andando por el As-Siq, sabes lo que te espera al final de la garganta ya que has visto decenas de fotos, cada pocos metros crees que ya está ahí, pero no... hasta que... ¿qué es eso que se asoma al fondo? ¿Es lo que creo?


Sí, habíamos llegado al más que conocido Tesoro de Petra, antigua tumba
de un rey nabateo, y hoy en día una maravilla para los sentidos. Es impresionante estar delante y disfrutar de esta obra escarvada directamente sobre la roca. De nuevo, hasta que no estás ahí y lo ves con tus propios ojos no te puedes hacer la idea.


Una auténtica obra de arte, impresionante por su tamaño, y enigmática por la forma que han ido tomando sus esculturas a causa de la erosión causada por la arena, como un castillo de arena que se llevan las olas en la playa.

Pero evidentemente Petra no es sólo esto, tienes kilómetros y kilómetros de rutas para hacer, en todas ellas descubriendo cada pocos cientos de metros nuevas cuevas, palacios, tumbas... Tranquilamente te puedes tirar 5-6 días caminando por las montañas de Petra y siempre descubriendo nuevos tesoros. En este primer día, estuvimos caminando unas 5 horas, visitando la zona conocida como la "calle de las fachadas".


Y subiendo montañas desde las que se disfrutaban de unas vistas privilegiadas, y sobre las que se iban descubriendo nuevos asentamientos de los antiguos nabateos.



Otra de las zonas estrella del parque de Petra es la fila de las tumbas, donde se juntan 4 tumbas, que no se sabe exactamente a quién fueron destinadas, pero por su tamaño y riqueza arquitectónica parece que en ella yacieron reyes nabateos o gente de alta clase junto con sus familias.


El couchsurfer Kalid nos recomendó que dejásemos para el día siguiente la visita al monasterio, tras el Tesoro la segunda mayor atracción de Petra. Nos  comentó que al día siguiente iríamos con él  a través de las montañas para llegar al monasterio, ¡así que si un beduino te da un consejo así ni lo dudas! Tras las satisfactoria aunque cansada pateada por Petra, volvimos a la entrada y allí nos esperaba el tío de Kalid, y uno de los líderes de su comunidad beduina.

Los beduinos son conocidos como los "nómadas del desierto", históricamente iban migrando hacia diferentes asentamientos en función de la estación del año y el clima. Hasta hace pocos años, un gran número de beduinos se estableció en Petra, antes de que se conviertiese en Patrimonio Histórico, viviendo cada familia en cuevas o incluso dentro de los palacios. Esto fue así hasta que en 1985 la UNESCO vio que había buen negocio en Petra, y les invitó a trasladarse a un poblado cerca de Petra, y que así los beduinos tuviesen un acceso más sencillo a la educación, servicios...

Así que el tío de Kalid, Nawaf, nos llevó hasta su casa en ese poblado, no penséis una casa de barro, de paja o algo así eh... Una casita pequeña, de cemento, con lo básico. Allí nos esperaban algunos beduinos más, todos hermanos-primos.tíos entre ellos, y otros tres viajeros, una pareja americana que estaban viajando por todo el mundo, y una chica alemana que estaba haciendo un voluntariado en el sur del Mar Muerto, todos ellos, al igual que nosotros, alojados en casa de Nawaf. La velada fue muy amena, disfrutando de una abundante y muy sabrosa cena beduina, escuchando poemas escritos por Nawaf, facultad entre otras por las que son conocidos los beduinos, y durmiendo al más puro estilo campamento de niños, todos en el salón en fila...jeje. Y sobre todo, disfrutando de una gran hospitalidad y de una sensación maravillosa de compañerismo, las cuales al día siguiente se pusieron en duda...




A la mañana habíamos quedado con Kalid para que nos guíase a través de las montañas hasta el monasterio, fue un paseo bonito, con muy bonitas vistas de las montañas que rodean Petra, y sobre todo sintiéndote la única persona por esos caminos, ya que no es la típica ruta turista.



Tras una horita intensa de caminata, por fin llegamos a la otra joya de Petra, el monasterio, impresionante, diferente, enorme, sobrecogedor... Más si piensas en cómo fue construido, y en la época en que fue construido, unos auténticos genios estos nabateos.



En este última foto os podéis hacer un poco la idea de lo enano que te siente cuando estás frente al monasterio.

Tras esta visita, empezó lo que para mí fue la peor parte de estos días, y que hicieron que la imagen que me había creado sobre la familia beduina la noche anterior cambiase ligeramente. Al baja desde el monasterio por la ruta típica turística, Kaled nos comentó que pararíamos en la tienda de un amigo, que si queríamos tomar algo allí estaría bien porque es mucho más barato que otros sitios de Petra. Nos tomamos unos zumos, cada unos por 3 dinares, lo que os aseguro es una pasta incluso para ser Petra. Después del zumito, nos dijo que iríamos a la cueva de un beduino amigo suyo, que allí tenía comida y si queríamos podríamos comer ahí muy barato. Viendo claramente por dónde iban los tiros, le dijimos que no hacía falta, que ya teníamos comida en la mochila para ir tirando, aunque aún así nos llevó a la cueva, aunque viendo que no consumíamos nada al de pocos minutos nos fuimos.

 
Por la cara del beduino, se ve que no le hacía mucha gracia que estuviésemos ahí sin hacer gasto...jeje. Por si esto no fuera poco, al llegar a la zona de la fila de las tumbas, Karid ya nos dice que nos deja ahí para que el resto del día visitemos Petra a nuestro aire, pero antes de irse, nos dice que si queremos le podemos dar algo de dinero por los servicios prestados, como el alojamiento, la cena, la excursión guiada... A ver, entiendo que esta familia beduina no anda sobrada de dinero como para andar dando alojamiento y comida a la gente, pero entonces que no se apunte a Couchsurfing, ya que esta no es la filosofía de la comunidad de Couchsurfing, o al menos, que en su perfil de la web digan que el alojamiento es a cambio de un dinerillo. En definitiva, le dimos algo de dinero, pero nos quedamos con la sensación de que a pesar de tanta hospitalidad y buen rollo, habíamos sido tratados como dos turistas más... En fin, ¡una experiencia más a apuntar en el cuaderno de bitácora! Al menos el conocer a los viajeros que estaban en la casa, que eran super simpáticos, las maravillas de Petra y la pocas horas de vida beduina no nos las iban a quitar nadie. :-D

Después de dejar a Kalid, fuímos ya hacia la salida de Petra, pasando mientras por el teatro romano del parque, ya que como os dije, Petra sufrió la influencia, como es habitual por estas tierras, de varias civilizaciones.


E incluso una iglesia del periodo bizantino, con sus clásicos mosaicos, que personalmente no dejan de maravillarme disfrutando de su nivel de detalle, y la paciencia para crear algo así.



Y con esto acabó la esperada y más que satisfactoria visita a Petra. Todos los calificativos que se le suelen dar, su fama... son más que merecidos. Han sido dos días llenos de experiencias, imposibles de enturbiar por algunos detalles que han pasado. Petra ya forma parte de este viaje, de mi experiencia, y ahora de todos vosotros.

No es pobre el que tiene pocas cosas, sino el que necesita muchas para ser feliz.

5 comentarios:

  1. Joe, aquí si que me das envidia Ivan que pasada cuantas veces he visto estos sitios en la tv, peliculas, docus.... y nunca lo he tocado... tiene que ser una sensación impresionante el poder estar ante estas construcciones....
    Un saludo y hasta la próxima etapa.

    ResponderEliminar
  2. Si Ibarra! Ya te digo que por muchas fotos que veas de Petra, hasta que no estás ahí no se aprecia de verdad lo que es eso. Ya sabes, cuando vayas a visitarlo ya te paso el número del beduino! jeje

    ResponderEliminar
  3. Ya tenia yo ganas de que llegases a Petra, y sí, quedate con esa maravillosa sensacion de estar disfrutando de esas tierras, gente mas o menos legal hay en todos los lugares del mundo.
    No permitas que nada ni nadie se interponga entre tu y tus sueños..
    ....ah y gracias por dejar que participemos en ellos.
    Un abrazo...Trini

    ResponderEliminar
  4. Tranquila Trini, que hasta conociendo a gente con la que puedas chocar un poco también se aprende mucho. Aunque pueda haber experiencias no tan agradables, mientras no dejemos que pasen en vacío y aprendamos de ellas permiten crecer mucho, ¡así que bienvenidas sean también! :-D

    ResponderEliminar