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jueves, 26 de junio de 2014

Una nueva "ciudad blanca", Arequipa, y con ella el final de la etapa por Perú

Ya se estaba convirtiendo en costumbre durante el viaje. Llegamos al último lugar de la ruta por Perú, Arequipa, y pensamos: "¡Si parece que fue ayer cuando pasamos aquel calvario para llegar desde Ecuador a Perú! ¡Y ya llevamos dos meses!". Entonces te pones a recordar momentos como las excursiones por la selva amazónica, los barrios de Lima, la naturaleza de Chachapoyas... Pero antes de abandonar el principal territorio inca, tocaba pasar unos días en la 2ª ciudad más poblada de Perú, la conocida como "ciudad blanca" (otra más), la histórica Arequipa.

¿Y qué se nos había perdido por Arequipa? Primero que es de paso casi obligado en la ruta hacia Bolivia, segundo que parecía un buen lugar para simplemente pasear, trabajar en nuestras cosillas... durante unos días, y tercero, que nos habían comentado que debido a que la ciudad se encuentra rodeada de varios volcanes, disfruta de un microclima muy bueno. Al final... todas las excusas ciertas excepto la última, ¡qué frío! Y pensar que en Europa ahora es veranito...

 Arequipa, Plaza de Armas con el volcán Misti al fondo

 Al igual que en Cusco, qué mejor que empezar el turisteo por Arequipa que con un tour "gratuito" (amablemente te aconsejan dar propina), por el centro histórico de la ciudad, para mi gusto demasiado comercial, metiéndonos en restaurantes y bares donde nos recomendaban comer. Pero bueno, al fin y al cabo de algo tienen que vivir y aprendimos cosillas sobre Arequipa que hicieron que mereciese la pena la publicidad "subliminal". Como que el motivo de que se la conozca como "ciudad blanca", es el color de muchas de las casitas del centro histórico, procedente de la roca volcánica con la que fueron construidas. O por ejemplo el hecho de que Arequipa es el principal productor y exportador de lana y productos de alpaca, llamas y vicuñas, sobre lo cual pudimos aprender la historia, diferentes tipos de lanas, proceso de producción...

Pero en general, a nivel turístico hay dos lugares estrella en Arequipa. Por un lado la Plaza de Armas, en boca de muchos la más bonita de Perú, e incluso de Sudamérica. Me uno a la primera afirmación, a la segunda aún nos queda mucho por ver...jeje. La plaza es preciosa, no sólo por la bonita distribución de los jardines, la fuente central, los pórticos que la rodean, sino sobre todo por el impresionante fondo de escenario que la acompaña con el volcán Misti, tal y como habréis podido ver en la foto anterior.


 Arequipa, diferentes vistas de la Plaza de Armas

Y por otro lado, la gran atracción turística es el monasterio-convento de Santa Catalina de Siena. Se trata de un convento de clausura, que a pesar de estar en el centro mismo de Arequipa, en cuanto pasas la entrada, sientes que está entrando en una nueva ciudad, con muros de hasta 4 metros de alto protegiéndola y una extensión de más de 20.000 metros cuadrado. A pesar de que aún a día de hoy existen monjas viviendo en clausura en el convento, una gran parte del monasterio puede ser visitada.

Entrada al monasterios de Santa Catalina

 Uno de los claustros del monasterio de Santa Catalina

A lo largo del recorrido marcado por el monasterio, da gusto el encontrarte con carteles explicativos cada pocos metros, empapándote así de la historia y características del lugar. Cosa que no es muy común en los lugares turísticos en Ecuador o Perú, donde o contratas un guía o haces los deberes antes de ir, o no te enteras de nada. Es un monasterio que se construyó en el siglo XVI, en pleno auge del colonialismo y catolicismo español, implantando iglesias, monasterios y conventos a diestro y siniestro. El convento de Santa Catalina sufrió a lo largo de su historia diferentes terremotos, lo que hace que se puedan observar diferentes estilos arquitectónicos, dependiendo si la pared en cuestión aguantó en pie o no. Además, están muy bien conservadas las habitaciones de las monjas, los claustros, las cocinas con sus hornos de barro y utensilios, los lugares de oración... Lo que te permite reproducir muy claramente cómo sería y es la vida de clausura en un convento, en el que actualmente únicamente tienen contacto con el exterior a través de empleados que les realizan tareas fuera del convento a través de una puerta concreta.

Monasterio de Santa Catalina, una de las habitaciones

 Monasterio de Santa Catalina, calle con estilo arquitectónico propio

Monasterio de Santa Catalina, zona del lavadero de ropa

Y aunque uno apenas ha viajado por Andalucía, muchas de las calles de la mini-ciudad de Santa Catalina, recuerdan por lo que se suele oir, a las blancas calles andaluzas, con casitas pequeñas, acabadas redondeados, y macetas adornando y dando más vida al lugar.

Monasterio de Santa Catalina, calle "a la andaluza"

Monasterio de Santa Catalina, la Iglesia de Santa Catalina al fondo

Monasterio de Santa Catalina, claustro principal

Y en cuanto a Arequipa poco más que os pueda contar. Los que hayáis estado por esta zona, pensaréis: "¿Y no fuistéis a la principal atracción de esa región, al cañón Colca, para ver a los famoso halcones?". Pues sentimos defraudaros pero no... Todo el mundo nos habló maravillas del lugar, pero en un viaje de tanto tiempo, a veces llegan momentos en que estás un poco saturado de visitar tantos lugares y "turistear", y simplemente te apetece estar en un hostal acogedor, en el que poder cocinar, dar un paseito por la zona, encontrar una cafetería donde pasar tiempo leyendo o charlando... Y en Arequipa nos llegó un momento de estos, además que ya durante estos meses han sido varios los cañones vistos, y aunque estoy seguro que cada uno tiene algo particular y especial, en este caso preferimos hacer caso de nuestro interior.

Y como os comenté al principio del post, la ciudad blanca de Arequipa, ponía un "hasta luego" a nuestras aventuras por Perú. ¿Siguiente destino? Estando en Arequipa no quedan muchas opciones, ¡la mochilera Bolivia! Mochilera porque prácticamente todos los viajeros que nos habíamos ido cruzando por el camino, especialmente estilo mochilero, coincidían en que Bolivia es un país maravilloso para viajar, por su autenticidad, sus costumbres indígenas, su gente, y por supuesto los bajos precios. ¿Sería todo esto cierto? Para saberlo ya sabés, en los próximos post comenzamos la etapa boliviana. Pero siento defraudaros, esta vez no esperéis un paso de un país a otro cruzando montañas, carreteras de la muerte o cambiando de transporte 5 veces, ni muchos menos... Esta vez, bus desde Arequipa a Puno, cambio de bus desde Puno directamente al primer destino boliviano, ¡Copacabana! ¿Copacabana? ¿Dónde hay playas paradisíacas y hoteles de lujo? Mmmmhhhh... va a ser que no... En el próximo post descubriréis la auténtica Copacabana boliviana.

¡Un abrazo!

"La evolución espiritual no se manifiesta por la posibilidad de almacenar conocimientos, declamar verdades u obrar milagros, sino por la capacidad de corregir los propios errores". Rudolf Steiner, filósofo y pedagogo.

lunes, 21 de abril de 2014

¡No me canso de volver a Baños de Agua Santa!

Cuando estuve hace 5 años en Ecuador haciendo un voluntariado de 3 semanas, teníamos los fines de semana libres para visitar la tierra ecuatoriana. De los 3 fines de semana que estuve en el país, 2 de ellos fuí al mismo lugar, a Baños de Agua Santa, apenas a 1 hora en bus desde Ambato. Podréis pensar, ¿estás sólo 3 semanas en Ecuador, y para unos días que tienes para ver el país, repites el mismo sitio? Pues no sólo eso, sino que en esta nueva visita a Ecuador, ¡vuelvo a repetir! :-D

Pero... ¿qué tiene Baños de especial? Para un amante de la naturaleza, y sobre todo, de lugares en los que ésta se muestra en todo su esplendor, Baños es todo un paraíso. Levantas unos centímetros la vista, y mires donde mires, ves verde por todas partes; el volcán Tungurahua haciendo de las suyas con algún que otro temblor de tierra, algún pedete humeante y si tienes "suerte", algún que otro escupitajo de lava; la ruta de las cascadas haciendo las delicias no sólo de la vista y los oídos, sino de los espíritus más aventureros con ofertas de bungee jumping, tirolina, y la nueva atracción de la zona, el canopy (colgarte con un arnés de un cable para pasar de un lado al otro del valle y así tener vistas privilegiadas de las cascadas). Ni siquiera el intrigante nombre del hostal, "Pensylvania", podría evitar que disfrutásemos de todas estas maravillas.

El primer día en Baños lo aprovechamos para pegarnos una buena caminata, a priori y según las indicaciones del personal del hostal la podríamos hacer en 2:30 horas o 3, y finalmente fueron más de 4 horas... La primera parada de la excursioncilla fue el mirador de Bellavista, con el nombre y la foto sobran más explicaciones.

Vista de Baños desde el mirador Bellavista

Hasta ahí todo bien, caminillo empinado por el monte y disfrutando a cada paso de vistas cada vez más impresionantes del Baños y la naturaleza que le rodea. Desde el mirador de Bellavista, el siguiente objetivo era la Casa del Árbol, (en este caso tampoco hacen falta explicaciones de qué se trata...), una casita situada en el centro de control de la actividad del volcán Tungurahua. Fijo que alguno ya tenéis en mente un moderno edificio, con lo último en tecnología sísmica... Se trataba de una simple cabañita, administrada por el mismo hombre desde hace más de 30 años, el cual no recibe un centavo por la labor, lo cual compensa con un original columpio colgado de la casa del árbol, y por el que pide una propina para usarlo.



Jugando en el columpio de la Casa del Árbol

El lugar donde se encuentra esta casita, sirve también como mirador del volcán Tungurahua, pero teniendo en cuenta el clima de la zona, es toda una lotería el que la niebla te permita ver uno de los volcanos más activos de Sudamérica. Como podéis ver en las fotos, aquel no fue un día de suerte, pero aún así mereció mucho la pena la caminata, tanto por las vista de baños, el divertido camino que tuvimos que ir siguiendo a través de túneles naturales y amenas conversaciones con indígenas  curiosos por nuestra procedencia y por nuestra situación económica como europeos...jeje Y tras la dura pero gratificante excursión, nos dimos un homenaje en forma de locro de queso y aguacate, una crema de papas que tras la jornada física y fría entró como anillo al dedo.

Para el día siguiente, fuimos víctimas de las masas y cumplimos con la principal atracción de Baños, recorrer la ruta de las cascadas, también conocido como de las 9 novias. Para hacer este recorrido de apenas 6 km, las numerosas agencias turísticas de Baños te ofrecen múltiples opciones: bici, quads, moto, chiva con guía... Nosotros optamos por la más barata, ecológica y gratificante, a hacer ejercicio en bici. Cuando estuve en Baños hace 5 años, hice el mismo recorrido dos veces, una andando (demasiada paliza), y otra en chiva con guía (poca independencia), así que de momento la opción de las dos ruedas se lleva el premio.

Ya desde el primer kilómetro saliendo de Baños tuvimos los primeros regalos para nuestros sentidos, primero con la impresionante represa hidroeléctrica de Agoyán, que aparte del evidente aporte energético, la apertura de las compuerta ayuda a la oferta de rafting por el río Pastaza, a lo largo del cual van apareciendo como por sorpresa una por una cada cascada.

Represa de Agoyán 

Ewelina a la conquista de la vuelta a Baños

Como suele pasar, allí donde hay un atractivo natural, hay seres humanos tratando de sacar tajada económica, y aquí no podía ser menos. En cada punto donde encuentras unas cascada, automáticamente ahí está un largo cable que atraviesa el rio por las alturas, y una cestita o arneses esperando a los turistas más aventureros y gente local frotándose las manos.

Valle del rio Pastaza 

Dos de las cascadas de la ruta

Y como guinda al pastel de la jornada ciclista, la estrella de la ruta, la guinda del pastel, los 5 minutitos de más durmiendo antes de levantarte, ese gol en el último minuto... ¡el Pailón del Diablo! Es una cascada de más de 100 metros, a la que se accede a través de un sendero que baja por la ladera del valle, pudiendo llegar al ladito de la caída de agua, y presenciar la fuerza bestial de la naturaleza. Es un lugar con una energía increíble, una magia especial, en el que te quedas observando, escuchando, sintiendo en tu piel el agua pulverizada de la cascada durante largo rato como hipnotizado. Nada de psicólogos, pastillas anti-estrés ni cosas así... Una visita a un lugar es toda una limpieza interior, y por supuesto exterior, porque nadie se libra de acabar empapadito.



Diferentes vistas del Pailón del Diablo

Como nos suele pasar, es imposible, al menos con nuestras habilidades fotográficas, captar en una foto la fuerza, magnitud y energía que regala la cascada. Así que ya sabéis, visita obligada al Pailón del Diablo y acabar bien mojaditos.

Para el último día en Baños, antes de caracolear hacia el siguiente destino, aprovechamos para ampliar la colección de fotos recorriendo las calles de Baños. Aunque los principales atractivos del pueblo se encuentran en sus alrededores, merece la pena un paseito por la localidad, a la catedral, que nunca falta a su cita en cada pueblo de América Latina, y ponerte los dientes largos con las ofertas de las agencias turísticas para ir a visitar la selva amazónica, tribus indígenas... ¡Pero habrá que dejarlo para la siguiente visita a Baños! :-P

 Plaza principal de Baños y la catedral

Calle de Baños

En nuestra próxima quedada, nos vemos en un lugar lleno de experiencia gastronómicas, naturales, filosóficas, espirituales y físicas. ¡No faltéis a la cita!

"Produce una inmensa tristeza pensar que la naturaleza habla mientras que el género humano no escucha". Victor Hugo.