martes, 23 de septiembre de 2014

Último días por la maravillosa Córdoba, visitando la mística Capilla del Monte, La Falda y el bullicio de la capital

Cuando empecé a escribir acerca de nuestra llegada a la provincia de Córdoba pensé: "Estas dos semanas recorriendo la región las resumo en un post y listo..." Bueno, este es el 3º post sobre la provincia de Córdoba, la intención es que sea el último, pero nunca se sabe, uno se pone a escribir y para cuando acabas de redactar la información sobre un sólo día ya llevas líneas y líneas, los que hayáis escrito un blog de viaje seguro que me entederéis...

Pero vayamos al tema central del blog y del post en concreto, nuestro último días por la región de Córdoba. En el último artículo lo dejamos en que habíamos cambiado de asentamiento base, pasando del sur al norte de Córdoba, concretamente nos alojamos en el pueblito de La Falda en compañía de Sebastian, que aún nos acompañaría un par de días más antes de volverse a su Bahía Blanca natal.

La Falda es un pueblo situado en medio de otro de los focos turísticos de la zona, el Valle de Punilla, a lo largo del cual se encuentran pueblitos como Villa Carlos Paz, La Cumbre, Capilla del Monte...  La Falda es conocido a nivel turístico especialmente por el Hotel Eden, atractivo turístico que dio origen a la localidad, y que alojó en sus lujosas habitaciones a personalidad como varios presidentes argentinos, Rubén Darío, el Duque de Saboya... Y tuvo también el honor de recibir la visita de albert Einstein y Ernesto Che Guevara. Fue construido a finales del siglo XIX, contando ya con todas las comodidades "imprescindibles" para la alta sociedad de la época, como casi 40 baños, piscina, campo de golf, caballerizas, una entidad bancaria... El hotel desde sus inicios vivió el paso de mano en mano debido a las grandes deudas que implicaron su construcción, llegando incluso a permanecer cerrado y utilizado como cárcel durante la II Guerra Mundial, ya que uno de los dueños de aquel entonces era cercano al movimiento nazi y Argentina se mostró en contra del Eje, (alianza entre Alemania, Japón e Italia).

Actualmente, el hotel no es más que un museo por el día y "casa del terror" por la noche, que aunque no tuvimos la inquietud por asistir a ninguna de las dos opciones, es interesante conocer la historia del hotel, que incluye no sólo la historia del desarrollo de La Falda, sino parte de la historia europea y argentina del siglo XX.

El hotel Eden en la actualidad. Fuente Wikipedia.

Aparte de este emblemático hotel, en La Falda uno puede aprovechar para darse un paseito por la zona centro, y admirar algunas figuras de bailarines de tango, signo inequívoco de Argentina, en memoria al festival de tango que se celebra cada año en la localidad; o un precioso reloj de cuco gigante, que no sé si es que no funcionaba, o que en Argentina hacen salir a los cucos en horas que desconocemos...

Escultura de pareja de tango en La Falda 

 Reloj de cuco en La Falda

Aunque también aprovechamos para hacer alguna excursioncilla por los alrededores. Primero con el objetivo de hacer un circuito que nos habían recomendado, pero que nuestra limitada habilidad de orientación hizo que acabásemos en algún sitio remoto y tuviésemos que improvisar el itinerario. Eso sí, bien mereció la pena perderse un poquito, ya que nos dio la oportunidad de que 3 peludos amiguitos nos hiciesen compañía durante toda la ruta, en el mismo punto donde nos conocimos, se quedaron una vez que volvíamos hacia el alojamiento.

Ewe y Sebastian con dos de los nuevos amigos durante la excursión 

Nuestros 3 amigos exhaustos tras la excursión, ¡gracias por guiarnos! 

 Merecido premio gastronómico tras la excursión

Pero la principal atracción que pudimos disfrutar en las cercanías fue la excursión al complejo de Las 7 Cascadas. Apenas a 40 minutos caminando del centro de La Falda, algún visionario descubrió un paraje increíble formado por 7 cascadas con el que vio claro que se podría hacer de oro, como suele pasar siempre que se descubre un lugar natural o arqueológico excepcional. Fue una delicia pasar la mañana en aquel lugar, para aquellos más inquietos y que les cueste permanecer más de 5 minutos sentado, seguro que lo verían poca diversión, para aquellos que el ruido del fluir del agua les sumerge en un estado de meditación y tranquilidad que hace que se pare el tiempo, seguro que como a nosotros os tendría atrapados durante varias horas. ¡Ojo! Ya sé que hace poco publicamos el post sobre Iguazú, así que por favor, eliminad de vuestra mente toda referencia de las cataratas más famosas de argentina, porque a espectaculridad y tamaño no hay nada que las gane por estas tierras. Se trata más bien de percibir el toque especial que posee cada lugar, lo que cada experiencia te puede aportar en ese momento.

Entrada al complejo de las 7 Cascadas 

Las tranquilizadoras 7 cascadas 

La naturaleza nos da todo lo que necesitamos 

 Vistas de La Falda al volver de las 7 cascadas

Aparte de lo visitado en La Falda, por su cercanía al gran destino turístico de la zona, la misteriosa Capilla del Monte, no podíamos perdernos el gastar un par de días en este místico pueblo, (sí, es un pueblo con ese nombre, no una capilla...jeje). ¿Y místico por qué? Principalmente por la montaña que vigila día y noche el pueblo, el Cerro Uritorco, a casi 2000 metros de altura, en la cual desde 1986 se han registrado avistamientos de OVNIs, dimensiones paralelas, visitas extraterrestres... Lo cual ha sido por un lado excusa suficiente para crear alrededor de la montaña cierto misticismo y fama de propiedades energéticas que juegan con la sugestión, y por otro excusa también perfecta para crear a partir de esa fama un negocio turístico en Capilla del Monte que gira alrededor del fenomeno "New Age", con tiendas de artesanías con símbolos misticos, duendes, librerías de medicina alternativa, religión...  Sean o no ciertos los orígenes de todas esta fama, lo cierto es que la gente que visita Capilla del Monte y el tipo de comercio generado han conseguido que se respire un ambiente especial en el pueblo. Según nos dijeron algunos, un ambiente de hippies, según percibimos nosotros, un ambiente de personas que buscan en su vida algo más que lo que podemos percibir a través de los sentidos físicos, que sin embargo, como pasa con todo, dependiendo la actitud de cada uno ante ello puede resultar en actitudes extremas y que siguen una moda, o en experiencias muy satisfactorias que te despiertan del humo que impregna el mundo y nos adormece si no estamos atentos.

Ewe y Sebastian con el Uritorco al fondo

Los 3 niños disfrutando de los lindo en el tobogán 

Sebi y el caracol contagiándonos de la magia del ambiente 

 Y Ewe ya contagiada del ambiente alienígena...

Y con todo este pusimos fin a la etapa alojados en La Falda, de aquí el siguiente destino sería la ciudad de Córdoba, donde más que el lugar, lo que nos enamoró fueron dos personajillos que nos abrieron la puerta de su casa y de sus vidas. Pero esto ya lo haríamos de nuevo los dos caracoles solitos, porque el 3º caracol temporal, el bueno de Sebastian, lamentablemente tenía que poner rumbo de nuevo a Bahía Blanca. Fueron con el 4 días escasos en tiempo, pero super intensos en cuanto a lo que aprendimos los unos de los otros, hablando del futuro, del pasado, de los sueños, de ser responsables por cumplirlos, de ser responsables por no cumplirlos... ¡Muchísimas gracias Sebi por tu luz!

¡Un abrazo!

"La vida es como un espejo: si sonrío, el espejo me devuelve la sonrisa. La actitud que tome frente a la vida, es la misma que la vida tomará ante mí. El que quiera ser amado, que ame." Mahatma Gandhi.


2 comentarios:

  1. Qué linda es la provincia de Córdoba! Se ve que la pasaron genial.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Sí Ana, todo un paraíso! Toda Argentina en general es como viajar por un mundo en el que cada región te ofrece diferentes paisajes, cultura, gastronomía, acentos... Gracias por leernos!

      Eliminar